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Abogados en Bogotá

Profesiones que han perdido prestigio con el tiempo

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Hace varias décadas (incluso en las familias más tradicionalistas se mantiene), si decías a tus padres que ibas a estudiar para ser médico, profesor, abogado o ingeniero, era como si inmediatamente subieras en el escalafón de prestigio familiar porque estas profesiones eran vistas como muy demandadas socialmente y además, bien pagas. Pero como nada se queda estático, durante los últimos años los preceptos académicos se han vuelto más amplios y han llevado a generar inevitables modificaciones en los intereses profesionales de la población actual.

Si bien el mercado sigue demandando profesiones técnicas que generen ingresos y sean “útiles” a la sociedad, el evidente deterioro de las condiciones laborales que sufren las profesiones que se mantenían en la cúspide hace unos años, han hecho que se re-consideren los nichos a los que se quiere pertenecer si se quiere ver una profesión como herramienta que aumente las posibilidades económicas y nos asegure un puesto en el mercado competitivo, aunque incluso esa idea de prepararse para producir ahora no está tan arraigada.

Uno de los factores que ha llevado a que ese “Quiero ser…” médico, abogado, profesor, se modifique; es el contexto en el que está inmerso nuestro país, las innumerables crisis que sufre el sistema de salud, el sistema judicial y sin duda alguna el sistema educativo, llevan a que cualquiera con sentido común ponga en entredicho esos estereotipos profesionales de ensueño que nos han vendido los medios durante años o nos han llegado por “herencia” familiar.

Las tendencias siempre van a estar ahí, así como hace unos años todos querían ser profesores, médicos, abogados, militares, actualmente todos quieren ser psicólogos, ingenieros industriales, estudiosos de la tecnología o administradores de empresas; y aunque hace varias décadas dejamos los 60 atrás, carreras que involucren el arte y los estudios sociales siguen causando escalofríos en los padres porque sus hijos “ van a morir de hambre” si toman estos inciertos caminos.

Las instituciones están en crisis, este es uno de los temas que ha llegado incluso a ser materia de discusión en los gremios de Abogados en Bogotá, y lo que implica es que lo que ha venido operando necesita reformas inmediatas que pueden darse desde la manera en que se aborda un oficio o profesión. Así que más que “heredar” una profesión por tradición familiar y decir que vas a ser médico para hacer felices a tus tías, o absorber la información que nos venden los medios para convertirnos en una cosa o la otra; la idea es hacer bien la tarea de pensar en qué podemos ser realmente buenos, pues este cambio que parece tan pequeño puede terminar influenciando la calidad de muchos servicios que se prestan actualmente en el país.